Las plantas medicinales y su legislación

Abstract

Desde que los sumerios nos mostraron el opio... desde que los egipcios nos enseñaron el valor medicinal de la cebolla y el ajo... desde que Esculapio nos habló de las bondades del aloe... desde que Hipócrates nos enseñó a usar la manzanilla... desde que Dioscórides nos mostró las ventajas de todas las plantas medicinales... desde que los médicos árabes nos hablaron del aceite de ricino… desde que los antiguos médicos de la India descubrieron las virtudes y pecados del cáñamo... desde que el hombre del Mediterráneo supo combinar las hierbas y los antiguos chinos ilustraron con plantas sus libros médicos... desde que la medicina se refugió en los conventos cristianos y en las boticas medioevales, y desde que las plantas medicinales se escondieron en tarros de porcelana... desde que Colón llegó a nuestro Nuevo Mundo y las huestes españolas se tropezaron con la quinina... y la coca... y el estramonio... y desde que los herbolarios ingleses encontraron la digital. Desde esa cadena de épocas y de civilizaciones, la búsqueda de la salud a través de las plantas medicinales ha sido una constante actividad de la profesión médica