Editorial

Abstract

Comunicar sobre ciencia no es una tarea sencilla. Con el desarrollo de las telecomunicaciones vivido en los últimos 30 años, ha aparecido todo un abanico de oportunidades para su difusión. Los libros han sido la forma clásica de la publicación
científica y han permitido que grandes pensadores vuelquen líneas del conocimiento de manera extensa. A pesar de ello, en la actualidad, parte de la difusión científica se hace a través de los artículos científicos. Esto no significa que estas sean las
únicas formas de comunicar ciencia: las redes sociales, las plataformas de video y las páginas web sobre ciencia permiten transmitir los conocimientos de manera más rápida y resumida. Pese a esta gran variedad de formas de difusión, el artículo científico guarda un conjunto de características que le confieren rigurosidad al proceso de publicación. Su formato permite mostrar todo el contexto, el método, los resultados y las consecuencias de un trabajo de investigación. Podríamos pensar que el proceso de publicación de un artículo es simple; sin embargo, requiere de mucha persistencia y tenacidad por parte del investigador.